Al embarcarse en un viaje impulsado por su creencia en posibilidades extraordinarias, el camino de Sonia la llevó desde México a convertirse en una especialista en administración remota de propiedades en los EE. UU. Fue en el departamento de cobranzas donde realmente brilló, aceptando los desafíos con resiliencia y determinación.

La notable compasión y las habilidades para resolver problemas de Sonia la transformaron en una defensora tanto de los propietarios como de los inquilinos. Yendo más allá, buscó incansablemente soluciones para ayudar a los inquilinos a ponerse al día con los pagos atrasados, mientras se aseguraba de que los propietarios recibieran el alquiler que les correspondía. Con el poder de su experiencia en programas de asistencia para la vivienda, la gestión precisa del libro mayor y las cuentas por cobrar, dio un salto de fe y estableció su propia empresa.

Sobre la base de la invaluable experiencia adquirida en la administración de propiedades, Sonia combinó su experiencia con un profundo conocimiento del aspecto humano. Su empresa se convirtió en un refugio, donde los inquilinos se sentían valorados, los propietarios experimentaban cobros de alquiler sin problemas y florecían las relaciones armoniosas. La dedicación inquebrantable de Sonia creó un entorno próspero que fomentó conexiones duraderas.